19 jul 20162 Min. de lectura

DISLALIAS

Las dislalias son alteraciones en la articulación (pronunciación) de ciertos fonemas o grupos de fonemas, más allá de la edad de adquisición, bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos del habla o por la sustitución de estos por otros, de forma improcedente, en personas que no muestran patologías del sistema nervioso central, ni en los órganos fonoarticulatorios a nivel anatómico.

El lenguaje de un niño dislálico muy afectado, en ocasiones, puede resultar ininteligible.

Estas alteraciones perduran más allá de los cuatro años, hasta entonces aparecen muy frecuentemente. Son las más frecuentes y conocidas de todas las alteraciones del lenguaje.

¿CUÁLES SON LOS TIPOS DE DISLALIAS?

Dentro de la clasificación de las dislalias, podemos encontrarnos varios tipos:

Dislalia Evolutiva o Fisiológica:

Para articular correctamente los fonemas de un idioma, se precisa una madurez cerebral y del aparato fonoarticulador. Por tanto, estas dislalias son debidas a la inmadurez de los órganos del habla cuando los niños y niñas todavía son pequeños, por lo que hay una fase en el desarrollo del lenguaje infantil en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas. Normalmente, estos errores desaparecen con el tiempo y nunca deben ser intervenidos antes de los cuatro años, sobre todo en /r/ y sínfones.

Dislalia Audiógena:

Están asociadas a una deficiencia auditiva. El niño o la niña que no oye bien (o adulto), no articula correctamente, confundirá fonemas que tengan alguna semejanza, al no poseer una correcta discriminación auditiva (si su percepción auditiva es defectuosa, también lo será su pronunciación).

Dislalia Funcional:

Se trata de una alteración de la articulación del lenguaje producida por un mal funcionamiento de los órganos periféricos del habla. El niño o niña con dislalia funcional no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Los fonemas que se omiten, sustituyen o deforman con mayor frecuencia son: r, s, z, l, k, ch y sínfones. Este tipo de dislalia es la más frecuente y los tipos de errores más habituales son la sustitución, la distorsión, la omisión y/o la adición.

Aunque en ocasiones este tipo de dislalia desparece espontáneamente cuando el niño crece, es preciso intervenir para corregirla si persiste después de los cuatro años, para evitar las posibles consecuencias negativas que podría tener sobre el desarrollo cognitivo y las relaciones sociales del menor.

Dislalia Orgánica: Disglosias o Disartrias:

Se trata de una dislalia orgánica, también llamada disglosia, cuando las alteraciones en la pronunciación están asociadas a ciertas anomalías o malformaciones de los órganos que intervienen en el habla (por ejemplo, una fisura palatina o un frenillo lingual) o por afecciones de los centros neuronales cerebrales. Si se encuentran afectados los centros neuronales cerebrales (Sistema Nervioso Central) reciben el nombre de disartrias y forman parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motóricos. Las personas con disartria tienen un trastorno de la programación motora del habla.

Las disglosias se clasifican en función de la zona defectuosa: