¿Quién no ha oído hablar de Pokémon Go? El fenómeno Pokémon Go parece que no se detiene y es conocido en cualquier rincón del planeta. Todavía no existe un grupo específico de usuarios, lo utilizan tanto niños como adolescentes y adultos. Muchos parecen haberse “enganchado” a la “caza del Pokémon”.
Si bien es cierto que el mundo Pokémon hace décadas que existe, la popularidad del juego ha aumentado gracias a la nueva aplicación para móviles que nos invita a desplazarnos del sofá a la calle para poder avanzar en la “caza de Pokémon”. Es lo que se conoce como realidad aumentada.
Al mismo tiempo que empiezan las noticias del alcance mundial de la novedad comienzan también a llegarnos las noticias que nos despiertan preocupación: accidentes de tráfico provocados por despistados conductores que jugaban al juego, robos con violencia mientras las víctimas se encontraban ensimismadas cazando pokémon, descubren accidentalmente el cuerpo de una persona desaparecida gracias a la caminata de un jugador que recorría los kilómetros necesarios para abrir uno de los huevos.
Con todo esto es comprensible que a los padres se les encienda las alarmas y comiencen a estar preocupados. El fenómeno Pokémon algo más que la última aplicación de moda.
Por un lado, la mayor parte de los progenitores se sorprende y aplaude uno de los principales beneficios del Pokémon Go: nuestros hijos realizan ejercicio físico siguiendo las indicaciones de una aplicación para móviles. Sin embargo, parece comprensible que un gran número de padres se encuentren preocupados por lo que hacen sus hijos a través de los dispositivos móviles. La preocupación que antes tenían con las consolas y los juegos on-line ahora se traslada a una nueva aplicación que aparece para móviles.
¿Qué es Pokémon Go?
Pokémon Go es un juego que requiere que los jugadores se aventuren en el mundo real con un teléfono inteligente. Gracias a los avances tecnológicos y a las posibilidades de la realidad aumentada, es posible caminar por las calles con el juego abierto en el teléfono, descubriendo los famosos personajes de Nintendo, capturarlos y utilizarlos en otras partes del juego.
Además, los jugadores reciben recompensas por caminar ciertas distancias y visitar lugares diferentes, por lo que muchos usuarios buscan distintas ubicaciones para jugar. Es por ello que encontramos jugadores en plazas y parques, paseando en la playa, en el centro de las ciudades, donde hay una gran cantidad de monumentos y obras de arquitectura, también los hay en los centros comerciales. Cuantos más lugares visites más posibilidades tienes de seguir avanzando en los niveles del juego.
El juego tiene cierto grado de complejidad y observado desde fuera puede parecer una estupidez para las personas ajenas al mundo Pokémon, no obstante este juego está animando a millones de usuarios a salir de sus casas y caminar. La gente está viendo partes de su ciudad que nunca antes ha visto, conociendo personas que de otro modo no hubieran conocido y divirtiéndose.
Si tu hijo se ha convertido en un entrenador de Pokémon, te planteamos algunos consejos útiles.
Cosas que los padres deberán tener en cuenta:
Hablar con extraños. A diferencia de otros juegos on-line, la aplicación de Pokémon GO no dispone de chats, por lo que no es posible hablar con otros jugadores. No obstante, debéis supervisar las conversaciones que haya podido tener con extraños sobre el juego a través de otros medios.
Ver dónde han estado jugando. Cualquier persona con acceso a la aplicación Pokémon Go desde su smartphone puede ver dónde has estado jugando, ya que los datos de localización guardan donde hemos estado capturando cada uno de los Pokémon. Por eso, si queréis saber dónde han estado jugando vuestros hijos, sólo tenéis que echar un vistazo a los Pokémon que han sido capturados.
Ver si están jugando a horas que no deberían. La aplicación de Pokémon GO mantiene un registro interno de todo lo que sucede en el juego. También añade una marca de tiempo a la hora en la acción que ocurrió todo, por lo que los padres podéis tener un registro completo de cuándo han estado jugando vuestros hijos.
Como podéis comprobar, es posible que los más pequeños jueguen a Pokémon GO de manera segura y controlada, por lo que siguiendo sencillos consejos podemos estar más tranquilos. Es cierto que como padres siempre debemos tener un control de lo que nuestros hijos hacen y de cómo lo hacen, pero también es bueno dejarles cierta libertad para que experimenten y jueguen.
El mejor modo de conocer cómo funciona el juego es sentarnos junto con nuestros hijos y qué nos expliquen ellos mismos, dejando a un lado los prejuicios para acompañarlos con la mirada curiosa de adultos.