ENGANCHARSE A UN HOMBRE CASADO: EL SÍNDROME DE LA FORTUNATA
- Marian Martín
- 23 ago 2016
- 2 Min. de lectura

En otros post anteriores hemos hablado sobre qué es la Dependencia Emocional y lo angustioso que es para la persona que lo padece. Sientes una necesidad extrema de estar con la otra persona, antepones tus deseos a los tuyos, vives con ansiedad cuando no estás a su lado o no tienes noticias…. En realidad, se convierte en el eje central de tu vida por encima de todo, incluso de ti mism@.
Cuando la persona que está enganchada, además, añadimos el hándicap que está casado, podemos hablar del Síndrome de la Fortunata.
Esta forma peculiar de vinculación afectiva tiene ciertas características que las diferencias de otro tipo de dependencia emocional.
Aparece el sentimiento de amor permanente por un hombre, independientemente del tiempo y del hecho de que esté casado y no rompa con su mujer.
Otra característica de estas mujeres es que lo dejarían todo si el hombre que aman se lo pidieran.
Aparece rabia y rencor hacia la otra mujer, como si le robara lo que “le pertenece”. Pero a la vez aparecen sentimientos positivos, de admiración, de querer parecerse a ella.
Creencias irracionales como “el amor lo puede con todo”, “la vida no tiene sentido si no es a su lado”, etc
El amor que siente por él no se deshace nunca, permanece.
A diferencia de lo que podríamos considerar una amante, que renuncia e incluso no quiere ser la principal e incluso única mujer, quien padece el síndrome, está totalmente convencida que ese papel es suyo, le pertenece.
Creen que el amor es el responsable de esta situación, lo justifica ante los demás su comportamiento.
Existe una fantasía hacia el futuro muy optimista, que ella se convertirá en la mujer principal, y a causa de esta esperanza, pueden pasar años a la espera de que algo suceda y cambie la situación.
Muchas de ellas sufren cuando su amado está con las familias, pero cuando vuelve a su lado, todo lo otro desvanece. Tienen una gratificación inmediata cuando están con ellas, que tiene un poder reforzante muy elevado, y es lo que realmente les engancha.
Si te encuentras en esta situación, pide ayuda a un profesional que te ayude a romper este círculo vicioso, y puedas llegar a ser realmente feliz.
* Texto basado en: Jorge Barraca: Una forma de dependencia emocional: El “Síndrome de Fortunata”. Papeles del Psicólogo, 2015. Vol. 36(2), pp. 145-152