Hola, soy Sara Garrido García, psicóloga en Ian de Psique. A pesar de estar ejerciendo durante varios años, todavía me encuentro con pacientes que no conocen los beneficios que una terapia psicológica les puede aportar.
Una de las preguntas que todavía se hace la gente es,
¿En qué me puede ayudar un Psicólogo?
Hay momentos en la vida, en los que nos estancamos, o simplemente no sabemos cómo solucionar ciertas situaciones y no nos vemos capaces de afrontarlas por nuestra cuenta. En este punto es donde el psicólogo cobra especial protagonismo, actuando como guía en la superación de este proceso.
Desde la Psicología se puede intervenir en distintas áreas como las que podemos ver a continuación. Como psicóloga especializada en adultos, me centraré en este colectivo:
Depresión y bajo estado de ánimo crónico
Problemas de ansiedad
Habilidades sociales y asertividad
Insomnio
Autoestima
Control de la ira o enfado patológico
Ansiedad Generalizada (preocupación crónica)
Fobias
Control del estrés
Obsesiones y manías
Ataques de pánico
Hipocondría
Terapia de pareja
Problemas sexuales
Terapia para dejar de fumar
Burnout
Entrenamiento en resolución de problemas
¿En qué consiste un tratamiento psicológico?
Personalmente, sigo la terapia cognitivo – conductual. Ésta se basa en el modo de aprender nuevas formas de pensar, actuar y sentir para sustituir pensamientos y conductas disfuncionales que nos impiden llegar a un estado de bienestar.
Un tratamiento psicológico implica entre otras cosas, escuchar con atención lo que el paciente tiene que decir y buscar qué aspectos personales, sociales, familiares, etc., son responsables del problema. También supone informar al paciente sobre cómo puede resolver los problemas planteados y emplear técnicas psicológicas específicas tales como, por ejemplo, el entrenamiento en respiración o relajación, la resolución de problemas interpersonales, el cuestionamiento de creencias erróneas, el entrenamiento en habilidades sociales, etc.
El uso de fármacos no es parte del tratamiento psicológico, aunque si el psiquiatra lo considera oportuno, ambos pueden combinarse para aumentar la eficacia del tratamiento.
El primer paso en la terapia es la fase de evaluación, en la que se identificaran las conductas y factores personales que están perpetuando el problema.
Con toda esta información, pasaremos a la fase de intervención en la que expondremos una hipótesis del problema y la propuesta de intervención, planteando las distintas estrategias que utilizaremos.
Pasamos al grueso de la terapia, se trata de la intervención o tratamiento. El papel activo del paciente será clave, ya que tras practicar en consulta determinadas técnicas, el trabajo queda en sus manos, poniéndolas en práctica en el día a día.
Para finalizar, realizamos un seguimiento en el que se supervisa el “modus vivendi” adquirido por el paciente con nuestra intervención. Además, comprobamos que se mantienen los cambios introducidos, para evitar recaer en el problema.
¿Cuándo es conveniente acudir al psicólogo?
Siempre que tenemos una inquietud o algún problema que nos quita el sueño, o incluso nos cambia el humor y la forma de afrontar la vida, intentamos apoyarnos en nuestra familia o amigos más cercanos. Nuestra mente reacciona creando estrategias para sortear los obstáculos. Pero eso, tal vez no funcione, provocando en la persona gran malestar y sufrimiento. Es ahí donde se necesita la ayuda de un profesional, un psicólogo que le dé estrategias válidas y efectivas para resurgir de una manera rápida y consciente del agujero donde uno se ha metido.
A veces, la propia persona no se da cuenta del punto al que ha llegado, son sus allegados quienes se dan cuenta de las dificultades que puede estar pasando esa persona, luego son estos quienes pueden orientarlo para que acuda a un psicólogo.
Por tanto, si con nuestra ayuda sólo se puede mejorar… ¿a qué esperar?