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En anteriores entradas hablábamos de la toma de decisiones y de valores personales. Vimos la importancia de dirigir nuestra vida partiendo del autoconocimiento y por tanto considerando nuestra propia escala de valores.
Hoy os animo a que os conozcáis un poco más con el siguiente ejercicio.
Tenemos que partir del auto respeto. Sólo siendo honestas con nosotras mismas, podremos descubrir verdaderamente qué valores personales gobiernan nuestra vida y así analizar si los estamos respetando en cada paso que damos.
Es conveniente realizar este ejercicio de vez en cuando dado que aunque tus valores no se vean modificados, tal vez sí tus prioridades. ¡Empecemos!
Dedícate un tiempo. Busca un lugar tranquilo y disponte a trabajar con auto congruencia.
Revisa este listado de valores y escoge los que más te describan. Trata de escoger unos 10, aquellos con los que te sientas más identificada.
Abundancia, aceptación, actividad, alegría, amistad, amor, armonía, auto-control, belleza, benevolencia, bienestar, cambio, caridad, comodidad, coherencia, compromiso, compasión, conexión, confianza, creatividad, cultura, curiosidad, dependencia, desafío, descansar, descubrimiento, desarrollo, educación, efectividad, eficiencia, elegancia, empatía, equilibrio, espiritualidad, excelencia, diversión, fama, familia, fe, felicidad, flexibilidad, fortaleza, generosidad, gratitud, habilidad, heroísmo, honestidad, humildad, humor, igualdad, innovación, integridad, independencia, individualidad, influencia, intimidad, justicia, juventud, lealtad, libertad, liderar, madurez, matrimonio, modestia, nobleza, optimismo, orgullo, originalidad, pasión, pasividad, paciencia, paz, perfección, perseverancia, racionalidad, rapidez, realismo, reputación, respeto, responsabilidad, riqueza, sabiduría, sacrificio, salud, satisfacción, seguridad, sencillez, servicio, sinceridad, trabajo en equipo, tranquilidad, tolerancia, valentía, verdad.
3. Coloca los 10 valores que has escogido por orden de prioridad. Puedes usar como regla “el descarte” para que te resulte más fácil.
4. Reflexiona si estás viviendo acorde a este listado de valores personales. Si identificas que esto no es así, tendremos que ver dónde estamos “fallando” y tratar de cambiar conductas, hábitos o incluso replantearnos nuestro sistema de valores, para ser coherente y vivir acorde a ellos. Solo así evitarás insatisfacción, preocupaciones, remordimientos o sentimientos de culpa a la hora de enfrentarnos a una decisión.
Volviendo con la idea de tomar decisiones coherentes con nuestro sistema de valores, cuando vayamos a tomar una decisión importante tendremos que consultar este listado que acabamos de elaborar y así, reflexionar sobre qué alternativa está más cercana a ellos.
Espero que este ejercicio os sirva de invitación al autoconocimiento para así poder actuar con coherencia y respeto hacia vosotras mismas.
Ahora que conocemos la importancia del respeto y de vivir acorde a nuestros propios valores, ¿recorremos juntas el camino hacia el bienestar?