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Hoy en día vemos cómo la gente joven tiene un consumo excesivo de alcohol sobre todo el fin de semana.
El problema es que no hay percepción de riesgo en absoluto, sólo ven lo positivo y se dejan llevan por lo que hace la mayoría. Pero no se dan cuenta que la sustancia va calando en sus cerebros de tal manera que empiezan a haber consecuencias que no son conscientes de ellas.
Pero habría que ir un paso más allá, ¿Qué hacen los padres al respecto? En Valencia, en marzo son Fallas, ¿Qué crees que hacen algunos padres en esas fechas? La bebida es la estrella, por tanto, es tan sumamente normalizado que no es de extrañar que los jóvenes lo vean como algo que no es peligro porque los mayores lo hacen.
Aprenden el concepto de que no hay otra forma de divertirse sino es con alcohol e incluso podríamos hablar de otras drogas.
Por tanto, el salir implica beber, sino,… ¡menudo aburrimiento,!
Da miedo pensar que muchos de ellos tienen este tipo de pensamiento. Una época de su vida donde acaba de forjarse su personalidad, donde aprenden a que con alcohol soy más gracioso o me siento más seguro de mi mismo. Entonces es cuando vemos la funcionalidad que tiene el consumo.
Además, añadimos cuando aparece cierta agresividad que se agrava cuando hay consumo, habiendo una incapacidad de controlarse. Donde se genera una impulsividad que va aumentando a lo largo del tiempo.
Y entonces, llega un momento que aparece la necesidad de beber cuando se sale, sin ver otra opción. Y cada vez necesito más sustancia para llegar a un punto que inicialmente con una copa tenía bastante.
El recorrido lo sabemos, ¿Y si cambiamos? ¿realmente quieres continuar hacia ahí? El que tiene un problema de consumo no es aquel que no se aguanta en la barra sino aquel que usa el mismo para manejar las emociones o convertirse en otra persona, por tanto, si usas el alcohol para sentirte más seguro o para ser más extrovertido, por ejemplo, sí, tienes un problema. ¿Te ayudamos?
¡Rumbo hacia tu Bienestar!