RITUALES DE PAREJA PARA FORTALECER LA RELACIÓN

Una relación sana de pareja va más allá de ponernos de acuerdo sobre la organización de las tareas domésticas, sobre la administración de nuestra economía o sobre el tiempo de ocio compartido con nuestras respectivas familias.

Una relación de pareja necesita objetivos en común, tradiciones, símbolos, rituales… ya que éstos fortalecen la unión entre las dos personas creando así una identidad compartida, un “nosotros”.

Hoy nos vamos a centrar en los rituales de pareja. Se trata de una serie de acciones de carácter simbólico. Pueden ser cualquier cosa, siempre y cuando se lleven a cabo de manera regular.

Todas las parejas sanas tienen rituales. Aunque, lo cierto es que fruto de las demandas del día a día éstos pueden pasar casi desapercibidos, incluso pudiendo caer en el olvido.

Una manera de mejorar nuestra relación de pareja es brindándole más atención y tiempo e implementar rituales.

Antes de introducir nuevos rituales nos detendremos a identificar los rituales ya presentes dado que, cuando éstos están muy establecidos es difícil identificarlos. Para ello puedes responder a la siguiente pregunta.

“¿Hay algo que hacemos por costumbre y nos resultaría extraño dejar de hacer?” Compartir una copa de vino al finalizar el día y hablar sobre cómo nos ha ido la jornada, no acostarnos nunca sin ese beso de buenas noches o una llamada si no estamos juntos, ponernos la alarma diez minutos antes de levantarnos simplemente para permanecer abrazados antes de empezar el día, compartir nuestra comida para así probar distintos platos, darnos un baño de espuma de vez en cuando…

Hacer conscientes los rituales ya existentes nos va a ayudar a aumentar nuestro grado de satisfacción y a valorar esas cosas “especiales y nuestras” que tenemos como pareja.

Una vez identificados los rituales ya existentes, vamos a establecer algunos nuevos para así aumentar nuestra satisfacción en la pareja.

Una manera sencilla de establecer rituales es usando el modelado. Se trata de una técnica usada para aprender nuevas conductas o alcanzar nuevos objetivos a base de copiar o imitar la conducta de otras personas que ya lo han conseguido. Podemos observar a parejas que admiramos o que identificamos como parejas sanas y de forma conjunta reflexionar y decidir si observamos algún ritual que nos resulta atractivo y que creemos que introducirlo en nuestra relación nos podría aportar bienestar. Así, tomaremos prestados rituales de otras parejas o nos basaremos en ellos para realizar los nuestros.

Una vez seleccionada la conducta que queremos implementar, con la práctica se convertirá en un ritual.

A continuación os propongo otra manera sencilla de introducir rituales. Consiste en pensar en distintos momentos que comparten una pareja en los que de forma fácil se pueden incorporar rituales.

Por la mañana: darnos los buenos días y despedirnos sabiendo algún detalle de qué le depara el día a la otra persona.
Reencuentros: darnos un beso y un abrazo al regresar a casa.
Comer fuera: tener dos veces al mes una “cita romántica” con tu pareja en la que probamos nuevos restaurantes y nos arreglamos para la otra persona.
Celebrar logros y eventos importantes: no dejar pasar la oportunidad de celebrar cuando alguno de los dos logra algo importante, así como celebrar fechas señaladas como aniversarios y cumpleaños.
Hora de dormir: compartir una serie, un libro… o ir a la cama y encender una vela y dedicarnos tiempo el uno al otro.
Escapadas: organizar salidas de fin de semana a solas de 5 o 6 veces al año.
Vacaciones: compartir la planificación y organización del viaje.