La terapia psicológica nos ayuda a darnos cuenta de la realidad. Una vez tomamos conciencia de qué nos lleva a actuar y sentirnos de una manera determinada ya es cuestión de responsabilidad. Asumir la responsabilidad total de nuestros pensamientos, emociones y actitudes. Asumir la responsabilidad de guiar al paciente en el camino hacía el bienestar.
Dados los tiempos que corren, estamos habituándonos a escuchar el término. Responsabilidad. Valor que está en la persona y que promueve el afrontamiento integral de las distintas situaciones que se nos presentan.
Me pregunto, ¿debemos llegar a situaciones extremas para actuar de forma responsable?, dado la magnitud de dicho valor, ¿por qué no incluirlo en el sistema de valores? Hacerlo nuestro sin que nadie ni nada nos lo “imponga”.
Al final, en la vida todo es cuestión de responsabilidad.
El compromiso y la responsabilidad es uno de los valores necesarios para el éxito del proceso terapéutico. Asumir un rol activo como impulsor de cambio.
Encontrar respuestas a nuestras emociones. Identificarlas y permitirnos sentirlas, darnos cuenta y actuar es lo que nos va a ayudar.
Me gusta decir que los psicólogos hacemos magia. Pero lo cierto es que, esta magia no depende sólo de nosotras. Aparece cuando trabajamos codo con codo con la persona, remando en una misma dirección. A lo largo de este trayecto, en numerosas ocasiones, se tienen que tomar decisiones. Decisiones que pueden ser complicadas y que posiblemente, no sean del agrado de todas las personas. Llegados a este punto y siendo totalmente consciente de la dificultad que esto conlleva y de las emociones negativas que puede desencadenar, siempre os hago la misma pregunta. ¿Qué estás dispuesta a hacer para recuperar tu bienestar emocional?
El bienestar viene de responsabilizarse. Darse cuenta y decidir.
Recuerda, si tienes algún tipo de dificultad podemos recorrer junt@s el camino Rumbo hacia tu Bienestar.