¿Este verano tus vacaciones se van a convertir en el momento idóneo para quitarle el pañal a tu peque? Como tú, muchos papis se han puesto manos a la obra con esta temida tarea… ¿será sencillo? ¿estoy planteándolo bien? ¿qué estoy haciendo mal?
Este proceso es un gran hito en el desarrollo de tu peque. Por este motivo es importantísimo diferenciar y tener claro que es parte de su proceso madurativo. Es decir, para que haya un buen control del pipi y la caca, primero todos aquello músculos involucrados en el proceso deben estar maduros. En este primer paso del proceso ningún niño es consciente de lo que esta ocurriendo. ¿Cómo podemos darnos cuenta los adultos? Porque pueden durar varias horas seguidas con el pañal completamente seco.
Esa es la primera señal que te puede hacer ver que es el momento de ir preparando el terreno, pero no la única. Otras señales que puedes observar es que al hacer pipi en el pañal te avise, pues empiezan a ser conscientes de que algo pasa en su cuerpo y a sentirse molestos al estar mojados.
Lo primero que tienes que observar son este tipo de cosas y no tanto el que sea verano… ya que esto puede darse en cualquier momento del año y no necesariamente en verano. Si te adelantes puede ser un gran problema… pues le estarás exigiendo algo que su cuerpo aun no es capaz de hacer. Otra cosa a tener en cuenta es la gran capacidad de paciencia que debes tener. Habrá escapes, algo completamente natural, y cada niño tiene sus tiempos. Algunos se adaptan fácilmente y a otros les cuesta un poco más. Por eso es necesario explicarles la nueva rutina de ir al baño, con sus pasos a seguir e incluso puede ser interesante que te vean a ti hacerlo. Todos aprendemos por observación e imitación.
Ante los escapes recuerda no perder la calma y mucho menos hacerle sentir mal o ridiculizarlo y tómalo como algo natural. Es un cambio muy drástico en su rutina y necesita todo tu apoyo.
Imagina a un niño que acaba de dar sus primeros pasos ¿le exigirías no caerse ninguna vez?
Y para hacerle más fácil el proceso intenta ponerle ropa cómoda, fácil de subir y bajar. De esta manera tendrá la autonomía necesaria y no necesitará que estés cada una de las veces. Y deja que sea tu peque quien sea el protagonista y haga cada uno de los pasos solito interviniendo tú lo mínimo posible.
Es fácil caer en el nerviosismo y la preocupación si durante los primeros días parece que la cosa no va bien… pero recuerda aprender cosas nuevas a todos nos lleva nuestro tiempo y cada uno tiene los suyos. No compares e intenta mantener la calma, tu tranquilidad le ayudará a sentirse más seguro enfrentándose a éste nuevo reto.
Disfruta del proceso, mientras seguiré pensando cómo ayudarte para ir juntas rumbo hacia vuestro Bienestar como familia.