¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de ser P/Madre? Esta es una de las preguntas que suelo hacer a los papis que acuden a mi consulta. ¿Te haces una idea de la respuesta que más me dan? LA RESPONSABILIDAD.
Tanto en positivo, algo que han adquirido y se enorgullecen de tenerla, como en lo negativo, sentir el peso de ser los responsables directos de esos renacuajos y futuros adolescentes y adultos.
Convertirse en madre o padre no es un título que se otorgue al tener un bebé, sino que es un proceso. Un proceso de cambio y aprendizaje constante. Tus peques requieren de tanta atención y cuidado que, de cierta manera, te anulan. Anulan una parte de tu vida que te gusta o más bien que te gustaba y es por eso que prácticamente todos en algún momento sentís una parte de arrepentimiento y emociones encontradas en el proceso de la parentalidad… Dejas de recibir en tus relaciones para centrarte en una relación en la que aparentemente solo das… y encima la sociedad nos comunica de diferentes formas esto “Tienes que darles todo tu tiempo, todo tu esfuerzo y convertirles en seres hábiles, maravillosos y competentes, facilitarles la vida y que sean felices por encima de todo” ¡VAYA… me ha pesado hasta escribirlo! No es de extrañar que con este mantra acabemos en ocasiones sobreprotegiendo y haciendo más cosas por ellos de las que en realidad hacen falta.
“Cambiando una simple mirada hacia tu objetivo, cambiará tu manera de ver tu propia competencia como p/mami”
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