Recomendaciones para pasar un duelo en Navidad
Realmente en un proceso de duelo no hablamos de superar, hablamos de integrar. Y hablamos de proceso justamente porque necesitamos, necesariamente, tiempo. Nuestro cerebro tiene que habituarse a vivir sin esa persona, y esto depende de la importancia que tenía en tu vida esa persona, de las condiciones de su muerte, así como tu gestión emocional general, entre otros. Sé que decirte que no tengas prisa en integrar ese duelo es como decirte que dejes que todo ese dolor te invada, pero ahora difícilmente podemos hacer otra cosa más que pendular entre esas emociones tan desagradables y continuar con tu vida intentando buscar actividades agradables.
Trata de no asustarte si te sientes muy triste, o muy irritable. Tampoco si tu cerebro te recuerda constantemente que esta persona ya no está y es agotador. Es normal que te aísles socialmente (pero intenta no hacerlo con tus seres más queridos), también lo es si miras constantemente fotos o si no quieres ver nada.
Lo esperable es que dentro de un tiempo (no puedo decirte cuánto), ese dolor que ahora es tan intenso poco a poco será más sostenible.
Con el tiempo que necesitas, puedes ir dando pasos:
Hablando sobre esa persona, momentos buenos y también malos. Puedes buscar momentos de conexión, por ejemplo, mirando fotos con esa persona o mirando sus pertenencias más significativas para ti. Otra idea es hacer un álbum de fotos con esa persona, o una caja con su colonia, su camiseta preferida y algún que otro recuerdo. Puedes ir cambiando cosas de casa, o hacer tuya alguna pertenencia que era de esa persona.
Las navidades y fin de año son una época que nos recuerda mucho a las pérdidas, las personas que ya no están, porque nuestro cerebro nos recuerda que alguien ya no está constantemente durante un duelo: quedar con esos amigos con quien quedabais juntos, la hora de la cena, esa canción vuestra, la hora de dormir, los eventos sociales… duele todo a nivel físico, psíquico, emocional, espiritual.
Si es tu caso, estas Navidades permítete hacer lo que tu cuerpo te pida: celébralo con esos amigos que quieres tanto, quédate a solas en casa con tu perro, o queda con tu familia y no habléis del tema, lo que sea. Pero intenta escucharte y no juzgarte demasiado, puede que esta época sea difícil para ti: enfado, tristeza, envidia, culpa y mucha confusión.
Los pasos te los irá guiando tu cuerpo. Pero si piensas que estás en un duelo no resuelto, sientes que todo es demasiado intenso y que no puedes seguir dando pasos, puedes contactar con nosotras y te ayudaremos a poner Rumbo hacia tu Bienestar.
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