¿Es cierto que hay una crisis cuando los niños cumplen dos años?
La respuesta es sí, los dos años son un periodo crítico en la crianza, desde hace un tiempo, se conocen como los terribles dos, un término que empezaron a usar las madres de Estados Unidos, en referencia a esa etapa del desarrollo. A pesar de que creo exagerado que se haga referencia a este periodo como “los terribles dos”, sí que es cierto que se trata de un punto en el crecimiento del bebé en el que hay un gran cambio y en el que deja de comportarse como tal. Debido a este cambio, puede ser difícil de gestionar para los padres, ya que el bebé se muestra caprichoso, egocéntrico, tiene rabietas, se enfada con facilidad, llora para conseguir lo que quiere, ya que ha aprendido que es la estrategia ha funcionado hasta ahora.
Para los padres puede ser una época complicada en la crianza, ya que se vive como una situación desesperante y agotadora. Para gestionar de la mejor manera esta etapa es importante la actitud con la que se afronta, ya que seguramente sea un reto, ya que el bebé demanda más atención de sus padres, con enfados y rabietas, pero no debemos olvidar que es una etapa normal en el desarrollo de todos los niños y que con las estrategia
adecuadas, podemos hacer esta sea más llevadera y que se viva con menos angustia, para los padres especialmente.
La crianza puede ser una tarea compleja, pero con las herramientas adecuadas, amor, respeto y cariño, se pueden solucionar la mayoría de las dificultades.
Por ello, os dejo algunos consejos que podéis hacer para ayudar a vuestro bebé en este periodo, y os lo dejo a continuación:
1. Sigue una rutina: Es algo muy sencillo de conseguir y que ayuda mucho en el desarrollo de los bebés, ya que las rutinas ayudan a regular sus emociones y además aporta seguridad y confianza.
2. Reaccionar de forma calmada: Es importante dejar a un lado los gritos, ya que lo que enseñan es contraproducente, es preferible, que mientras el bebé esté en una zona segura, salgamos de la habitación y volvamos cuando esté un poco más calmado.
3. Anticiparse: Aunque no siempre es posible, en algunas ocasiones podemos evitar que se desencadene la rabieta, y es aconsejable hacer esto, sobre todo mientras el bebé todavía no tiene las habilidad para regular sus emociones.
4. Normas: Empieza a crear normas y límites, que sean sencillos y claros para el bebé e intenta que se cumplan en los diferentes entorno en los que está el bebé, aunque esto no está del todo en tu mano, no te frustres demasiado si no lo consigues.
5. Dale cariño: Crecer en un entorno en el que se muestra afecto y cariño es muy beneficioso para el desarrollo y saludable para el bebé.
6. Pasar buen tiempo: Dedicarle tiempo de calidad a tu bebé es muy importante para fortalecer el vínculo y establecer una relación de confianza y cercana.
Por otro lado, es importante tener paciencia y entender esta etapa como lo que es, un momento crítico en el desarrollo del bebé que es pasajero y que tiene un final. Sin embargo, os aconsejo que no esperar a que la situación se vuelva insostenible, para buscar ayuda, ya que un profesional os puede dar las herramientas que necesitáis para poner rumbo a vuestro bienestar.
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